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    Rabbit R1: el dispositivo que quería reemplazar al smartphone, pero casi nadie lo usa

    En la feria de tecnología CES 2024, que se celebró en Las Vegas a comienzos de este año, Rabbit R1 fue una de las novedades que más atención acaparó. Un brevísimo resumen: se trata de un dispositivo de aspecto vintage y color llamativo, que funciona como un asistente con inteligencia artificial. Cuando apareció en escena, fue postulado como un posible reemplazante de los smartphones. Pero a cinco meses de su lanzamiento, casi nadie lo usa.

    Rabbit R1, el nuevo hype de la industria tecnológica

    El término hype” refiere a una novedad cuyos beneficios se exageran en la previa al lanzamiento y durante el primer despliegue, en muchas ocasiones gracias a sesudas campañas de marketing, y que decepciona o decae en popularidad tras la llegada a manos de especialistas y usuarios. Rabbit R1 encajaría en esa categoría.

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    El dispositivo propone un modo alternativo para interactuar con los asistentes virtuales. (Video: Rabbit/YouTube)

    Antes de hablar de por qué ha prometido mucho y cumplido poco, vemos qué es Rabbit R1.

    • En lugar de funcionar desde un smartphone o un parlante inteligente, es un asistente virtual que se usa con un equipo con un diseño retro, de color naranja y pantalla monocromática.
    • Tiene una pantalla táctil de 2,8 pulgadas y hacia la derecha hay una rueda de desplazamiento analógica para controlar la interfaz. También cuenta con dos micrófonos para captar los pedidos del usuario, un parlante y una cámara con visión de 360 grados capaz de registrar el entorno y actuar en consecuencia.
    • El “corazón” del equipo es Rabbit OS, un sistema operativo propio que en el display toma la forma de un pequeño conejo, que hace las veces de asistente.
    • ¿Cómo funciona? La principal vía para interactuar con el dispositivo es con un botón que activa la escucha y recibe las indicaciones por voz.
    • Su precio de venta es de 199 dólares.

    El fracaso de Rabbit R1: prometió reemplazar a los smartphones, pero casi nadie lo usa

    De las 100.000 personas que compraron el dispositivo, apenas 5.000 lo usan a diario. En términos porcentuales, la actividad es bajísima: solo el 5% lo usa al menos una vez al día.

    El dato fue compartido por Jesse Lyu, fundador de la startup Rabbit, en declaraciones a Fast Company. El responsable de R1 se escudó al señalar que debieron acelerar el lanzamiento para adelantarse a las grandes empresas, que prevén lanzar dispositivos con funciones similares.

    Al respecto, cabe mencionar el caso de Ai Pin, que también prometió mucho y no cumplió con las expectativas. Aquel es un dispositivo de la firma Humane, creada por dos exempleados de Apple, que se usa en la solapa para estar cerca del rostro del usuario.

    Ai Pin, otro producto con inteligencia artificial que prometió mucho y cumplió poco. (Foto: Humane)
    Ai Pin, otro producto con inteligencia artificial que prometió mucho y cumplió poco. (Foto: Humane)

    También es un asistente basado en inteligencia artificial, que además agrega imágenes proyectadas para prescindir de las pantallas. Tal como contamos en TN Tecno, el despliegue comercial de este otro supuesto reemplazo para los smartphones no fue el esperado, e incluso la empresa que lo fabrica se ha visto en dificultades para continuar con sus operaciones comerciales.

    Los creadores de ChatGPT también preparan nuevas formas para interactuar con la IA

    Inmersos en el auge de la inteligencia artificial generativa, que tiene a ChatGPT como paradigma, los creadores de ese chatbot también tienen en mente lanzar un dispositivo que permita interactuar con esas tecnologías de un modo diferente al que proponen los teléfonos inteligentes.

    OpenAI trabaja en su propio hardware con IA. (Foto: Reuters/Dado Ruvic)
    OpenAI trabaja en su propio hardware con IA. (Foto: Reuters/Dado Ruvic)

    Es posible que aquel sea un producto verdaderamente arrollador. Según contamos, OpenAI se asoció con Jony Ive, exdiseñador de Apple, para crear un hardware que integre la IA de un modo poco convencional. El propio Ive confirmó recientemente que trabajan en este “proyecto secreto”, del que aún se conocen pocos detalles.

    Es posible que tanto Rabbit R1 como AI Pin hayan sido buenos intentos para ofrecer nuevas formas de vincularse con la IA, que llegaron demasiado pronto al mercado y por eso se quemaron. En este terreno, también hay que mencionar a productos como las gafas inteligentes, que también permitirán interacciones de esta especie. Resta por ver, en los próximos años, quién se llevará la medalla al mejor reemplazante para los smartphones, mientras la industria ya piensa en un futuro con menor dependencia de las pantallas.

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