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    La afección ocasionada por niveles bajos de vitamina C que puede causar problemas de encías y piel escamosa

    La vitamina C, también conocida como acido ascórbico, es un antioxidante natural que nos protege. Además, es un nutriente indiscutido por su acción y beneficios durante la época de bajas temperaturas, pero su poder es aún mayor ya que previene una enfermedad poco conocida como es el escorbuto.

    Los signos de deficiencia de vitamina C pueden incluir: cabello seco y partido, gingivitis (inflamación de las encías) y encías sangrantes, piel áspera, seca y escamosa, disminución de la tasa de curación de las heridas, mayor facilidad para hacerse moretones, hemorragias nasales y un sistema inmunológico débil.

    El limón tiene vitamina C y beneficios para la salud. (Foto: Adobe Stock)
    El limón tiene vitamina C y beneficios para la salud. (Foto: Adobe Stock)

    Su forma grave de deficiencia se manifiesta a través del escorbuto. Se trata de una enfermedad causada por déficit de vitamina C y sus síntomas pueden tardar hasta varios meses en manifestarse. Para evitar su deficiencia, la ingesta recomendada es de 90 mg/día de vitamina C para hombres de 19 a 70 años y de 75 mg/día para mujeres en el mismo rango etario.

    Dónde encontramos la vitamina C

    Esta vitamina está presente en las clásicas frutas de estación invernales entre las que encontramos la naranja, el pomelo, el limón y la mandarina. Entre las verduras que poseen un excelente aporte de ácido ascórbico encontramos el tomate y el morrón rojo que se destacan entre otros vegetales como el brócoli.

    Si lo vemos desde el punto de vista nutricional; una naranja chica nos aporta 18 mg de vitamina C por cada 100g y su composición en fibra es alta. Además, no suma grasas ni colesterol. Por otro lado, las condiciones invernales de bajas temperaturas nos hacen más susceptibles a enfermedades como resfríos, gripe o neumonía y debemos tener un cuidado extra para proteger nuestro cuerpo.

    Incorporar frutas y verduras con altas concentraciones de vitamina C en nuestras comidas nos mantiene alejados de las enfermedades de invierno, pero además nos protege de su deficiencia.

    Si bien la recomendación es incluir variedad de alimentos que contengan esta vitamina, su suplementación debe ser evaluada por un profesional y siempre evitando automedicarse.

    (*) Lic. Gimena Masero (M.N.:10.923) es diplomada en Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria. Autora de: Reconectando con el Sabor y Reconectando con los Hidratos ¿Aliados o Enemigos en la Diabetes? y Reconectando con las proteínas, su importancia en cada etapa de la vida. Instagram: @nutricionparavivirmejor

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