El peronismo espiralizó en los últimos días una campaña tendiente a exponer en territorio la responsabilidad del gobierno de Javier Milei en la parálisis de la obra pública para que el libertario pague el costo político de esa decisión.
«Obra paralizada por decisión del gobierno nacional», es la leyenda estampada en una placa roja que cruza a cada cartel colocado en los obradores que ya no registran actividad en numerosos municipios de la provincia de Buenos Aires.
Surge como reacción al descontento evidente que generó esta parálisis en cada territorio, no solo por el freno de la obra en sí, sino también por las pérdidas de puestos laborales que impactaron en los distritos.
«Solo se trata de dejar en claro con los vecinos quién es el responsable del ajuste», señalaron a LPO desde un municipio de la Tercera sección.
Lo que comenzó como una movida motorizada por intendentes del conurbano, ya se extendió al interior bonaerense. Incluso, Axel Kicillof visitó recientemente la obra paralizada de la Secundaria N° 3 de Alberti que también porta esa placa sobre el cartel.
«En la provincia de Buenos Aires y en todo el país vemos obras paralizadas como consecuencia del recorte y el ajuste del Gobierno nacional. Acciones que hablan de un nivel de insensibilidad y desconocimiento que alarman porque significan menos oportunidades de crecimiento para la gente», dijo Kicillof en Alberti.
Por su parte, el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, denunció que el Gobierno nacional «logró un récord: que 100.000 trabajadores de la construcción y de la obra pública queden en la calle».
Entre algunas de las obras paralizadas que cuentan con esa placa aclaratoria, figuran el natatorio municipal de San Francisco Solano, en Quilmes, el CDI Bosques Norte en Florencio Varela, la construcción de viviendas y la repavimentación del Camino General Belgrano en Berazategui y la nueva escuela secundaria N°35 Ministro Rivadavia en Brown.