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    El nexo íntimo con un senador vincula a Valdés con la pista falsa de la tía de Loan

    El Vento gris de un senador conocido en Corrientes como el ladero del gobernador en las tertulias, implica a Gustavo Valdés de manera directa en la negligencia que rodea al caso Loan Peña.

     

     

     

    La incomodidad que le trajo al gobernador el caso del chico desaparecido el pasado 13 de junio en el paraje 9 de julio, llevó al radical a una situación compleja de la que no puede salirse.

     

    Lo que más alarma a Valdés es que con el caso Loan empezó a quedar en claro que maneja la provincia como un feudo. Con un comisario y una funcionaria detenida, Valdés intentó sacar el foco de atención de los medios nacionales «acercando» una resolución del caso.

     

    Tras su silencio durante la primera semana del caso que resonó a nivel nacional y luego de sugerir que la desaparición de Loan podía estar vinculada a una red de trata, Valdés sorprendió con un tuit misterioso. «Se ha dado un gran paso en la resolución del Caso Loan», dijo a secas.

     

    Tras las miles de respuestas que recibió, en su mayoría críticas por erigirse en vocero judicial y policial de la provincia, Valdés dio una pista. «Laudelina declaró tanto ante la Fiscalía General como ante la Fiscalía Provincial de #Corrientes, y habría narrado cómo fueron los hechos del Caso Loan. Todo lo actuado está remitiéndose ante la Justicia Federal para que proceda conforme a derecho», dijo el gobernador.

     Lo que más alarma a Valdés es que con el caso Loan empezó a quedar en claro que maneja la provincia como un feudo. Con un comisario y una funcionaria detenida, Valdés intentó sacar el foco de atención de los medios nacionales ‘acercando’ una resolución del caso.

     

     

     

    Laudelina es la tía de Loan y declaró que el chico fue atropellado por dos de los detenidos. La tía no declaró en Goya, donde está la fiscalía que tramita el caso Loan, sino que fue trasladada hasta la capital correntina para declarar a la madrugada. Quien la llevó fue Diego Pellegrini en su Vento gris.

     

     

     

    Pellegrini había sido electo legislador por la lista de Nito Artaza pero se pasó a las filas de Valdés apenas asumió su banca y se vinculó estrechamente con el gobernador. Ahora es un senador provincial que le responde directamente y lo acompaña tanto en el ámbito público como en el privado. Valdés se lo llevó en abril a Alemania para participar de una feria forestal.

     

     

     

    En Corrientes dijeron a LPO que Valdés llamó a Pellegrini el viernes 28 de junio «a la siesta» para que trasladaran a Laudelina a Corrientes para declarar. Por eso creen que la declaración estuvo digitada por el propio gobernador. El abogado que le pusieron a Laudelina es José Fernández Codazzi, cuya suegra es concejal del partido de Valdés. Su esposa es funcionaria del ministerio de Seguridad, ahora en jaque por las vinculaciones de la policía local con los manejos irregulares como el de la investigación policial del caso Loan.

    Fernando Burlando, abogado de la familia de Loan, reveló que Laudelina se hospeda en el «Design House Corrientes», propiedad del hermano de Eduardo Acosta, ex jefe de la policía provincial.

     

     

     

    La declaración de Laudelina estuvo lejos de resolver el caso. Simplemente se sumó a una catarata de hipótesis que incluyen la desaparición del niño mientras buscaba naranjas, el secuestro por parte de una red de trata, la búsqueda de radiólogos en panzas de yacarés y hasta delirios de la abuela de Loan que le echó la culpa al «pomberito».

     

     

     

    Desde que tuiteó que el caso se estaba por resolver y tras 10 días, Valdés no volvió a aparecer públicamente ni a tuitear. Recién volverá a mostrarse el lunes por la medianoche en Tucumán, donde intentará pasar desapercibido en la firma del pacto de mayo de Milei.

     

     

     

    Todo este foco en el gobierno correntino empieza a mostrar otros aspectos opacos de sus funcionarios. Carlos Patricio Carando, subsecretario de Hacienda de Valdés, es al mismo tiempo un empresario del combustible que es sospechado de vinculaciones dudosas con Paraguay y México.

    Carando se relaciona estrechamente con el empresario textil paraguayo Andrés Gwynn Schaerer, propietario del Grupo Texcin y la firma Marseg SA. Marseg es la empresa paraguaya que el dueño del frigorífico brasileño Bertin utilizó para evadir impuestos, lavar dinero y malversar varios millones de dólares, recibiendo préstamos de bancos públicos que eran utilizados en campañas políticas de Brasil.

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