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    El éxodo de X: ¿Dónde se están yendo los usuarios que dejan la red social?

    Perfiles cada vez más populares están abiertamente yéndose de la plataforma liderada por Elon Musk. Threads, de Meta, es una de las grandes ganadoras, pero también está Bluesky, que nace con un enfoque completamente diferente.

    La toxicidad, los trolls y los ataques constantes en X son moneda corriente. Entrar a la plataforma y toparse con usuarios que prácticamente lo único que están haciendo es insultar, pelearse o bots intentando que compres criptomonedas o hacerte caer en alguna estafa es la diaria. Si bien siempre hubo y siempre habrá trolls en internet, lo que en X hace algunos años solía ser un espacio para la conversación y el intercambio de ideas ahora parece un campo de batalla digital. No es extraño, por ese motivo, que haya usuarios que estén dejando la plataforma porque sienten que estar allí es nocivo.

    Las investigaciones al respecto acompañan. La empresa Edison Research reveló que el número de estadounidenses que decían usar la plataforma pasó de 27% a 19%, una caída del 30%. Otro, de la firma Sensor Tower, encontró a principios de este año que el uso desde celulares de la plataforma había caído un 23% desde la adquisición de Elon Musk en 2022. A eso se le suma que el día de la elección más de 115.000 usuarios decidieron directamente eliminar su cuenta.

    Threads y Bluesky

    Pero, ¿dónde se están yendo los usuarios que están dejando X?, ¿qué red social o plataforma los está recibiendo? La respuesta parecen ser dos: Threads y Bluesky.

    Threads es la red que desarrolló Meta cuando Elon Musk adquirió X, que hace poco alcanzó los 275 millones de usuarios. El funcionamiento es prácticamente igual a X, aunque con herramientas de moderación más potentes.

    Pero Bluesky es la que más está dando que hablar. El motivo es que llega con una propuesta muy diferente a X y Threads. La intención de esta plataforma es proteger a los usuarios con herramientas de moderación robustas y presentarles características que les permitan ver solo lo que a ellos les interesa, sin publicidades de por medio e intentando reducir al máximo la presencia de trolls, toxicidad y estafas.

    Bluesky, entonces, tiene la finalidad de darle a los usuarios el control de lo que consumen. Clave en un mundo donde los algoritmos de recomendación nos muestran lo que “consideran” que podría interesarnos o simplemente lo que más engagement está teniendo en las plataformas (que, al menos en X, suelen ser peleas y teorías conspirativas).

    La nueva red social sumó un millón de nuevos usuarios desde que Donald Trump ganó las elecciones. La mayoría de Estados Unidos. No es un dato menor considerando los lazos que hay entre Trump y Musk y cómo eso podría afectar X.

    Desde Bluesky, además, aseguran que nunca pondrán publicidad y que financiarán el proyecto a través de la inclusión de planes premium.

    El éxodo de X

    A todo esto se le suma que en X hay cada vez más cuentas de alto perfil que están dejando la plataforma. Uno de ellos fue el medio británico The Guardian, alegando que X se convirtió en “una plataforma tóxica”.

    “Creemos que los beneficios de estar en X son abrumadoramente inferiores a los aspectos negativos y que los recursos (destinados a esta red social) podrían servir para promover nuestro periodismo en otros lugares”, explicaron desde el diario a través de una editorial.

    “Por suerte, podemos hacer esto porque nuestro modelo no depende de contenidos virales adaptados a los caprichos de los algoritmos de gigantes de las redes sociales, sino que nos financiamos directamente con nuestros lectores”, agregaron.

    No son los únicos. Desde el diario español La Vanguardia tomaron la misma decisión. Los motivos son muy similares: “Esta red social se ha convertido en una plataforma en la que encuentran una caja de resonancia, las teorías de la conspiración y la desinformación, unas ideas que tienen en lo que una vez fue Twitter una vía para multiplicar su alcance que no tendrían si tuviera una moderación efectiva y razonable”.

    El reconocido periodista estadounidense Don Lemon, con más de un millón y medio de seguidores, fue por el mismo lado: el odio que prima en la red. “Amaba conectar con ustedes en X, pero es tiempo de que deje la plataforma. Solía pensar que se trataba de un lugar para poder tener debates y discusiones honestas, transparentes y con libertad de expresión, pero siento que ya no tiene ese propósito”, aseguró.

    “Intenté quedarme, pero el ambiente ha vuelto demasiado tóxico. Si quieren, síganme en Threads”, escribió en la ex Twitter Stephen King. El día anterior al anuncio de su partida, King publicó otro tuit en el que salió a aclarar, con una buena dosis de ironía, una serie de rumores sobre un supuesto enfrentamiento con el dueño de X, Tesla y SpaceX.

    En un contexto donde el entorno digital está cada vez más marcado por la polarización y la toxicidad, el éxodo de X refleja un deseo colectivo de entornos más saludables y controlados. Hay que ver si Threads, de la mano de Mark Zuckerberg, o Bluesky logran darle a esos usuarios lugares con menos discurso de odio, desinformación y toxicidad.

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