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    Björk usó un vestido con una peluca púbica hecha con pelo humano en una de las tapas más polémicas de Vogue

    La icónica cantante y compositora Björk, referente de la música islandesa, posó por primera vez en su carrera para Vogue (en la edición de abril-mayo escandinava) con lo que la revista llamó “el vestido más icónico del año”. ¿El motivo? El diseño, compuesto por una combinación de tul transparente con sectores drapeados en tonos nude sobre un corset que ciñe la cintura, tiene una prótesis de silicona para la cadera y un merkintambién conocido como peluca púbica.

    Björk impactó con su look de Maison Margiela. (Foto: Instagram/@voguescandinavia)
    Björk impactó con su look de Maison Margiela. (Foto: Instagram/@voguescandinavia)

    El modelo, “confeccionado con cabello humano real cuidadosamente bordado en la entrepierna de un mono de tul de seda subyacente”, pertenece a la colección de alta costura primavera 2024 de John Galliano para la firma de lujo francesa Maison Margiela. Para la audaz sesión de fotos, la pieza se combinó con un tocado al tono con apliques florales y guantes negros. “Estoy muy honrada de haber llegado a usar esta prenda”, expresó la artista.

    Björk usó un vestido con pelo humano para su primera tapa de Vogue. (Foto: Instagram/@voguescandinavia)
    Björk usó un vestido con pelo humano para su primera tapa de Vogue. (Foto: Instagram/@voguescandinavia)

    La particular pieza de moda fue exhibida por primera vez en la pasarela de Paris Fashion Week en enero con críticas entusiastas y mucha repercusión en las redes sociales, junto con varios otros diseños que presentaban los mismos adornos borrosos. La colección de Galliano se inspiró en “la parte más vulnerable de París”, según un comunicado de prensa de Maison Margiela.

    El revolucionario vestido en la pasarela de Maison Margiela en París. (Foto: Instagram/@maisonmargiela)
    El revolucionario vestido en la pasarela de Maison Margiela en París. (Foto: Instagram/@maisonmargiela)

    Tomando como referencia los retratos voyeristas del fotógrafo Brassaï de los “juerguistas nocturnos” en la capital francesa, los arbustos del visionario diseñador parecen hacer un guiño a las trabajadoras sexuales que históricamente usaban merkins para ocultar el afeitado de su zona íntima, las cicatrices o los signos de enfermedad.

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