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    Mientras Luis Arce cumple cuatro años en el poder, boicots del ‘evismo’ y bloqueos desafían la estabilidad política en Bolivia

    La división en el oficialismo y la situación económica acentúan la presión sobre el gobierno, que intenta recuperar el control de las rutas bloqueadas por seguidores de Evo Morales

    El Gobierno de Bolivia dijo este lunes que el presidente Luis Arce llegará a cuatro años de gestión, el 8 de noviembre, con varios “boicots” del denominado ‘evismo’, la corriente que lidera el ex presidente Evo Morales (2006-2019) y cuyos seguidores mantienen un bloqueo de carreteras en el centro del país hace 22 días.

    “Llegamos con muchos temas y con muchos boicots de parte de distintos actores, sobre todo del evismo, que ha ido manteniendo 22 días asfixiando la economía, perjudicando al país por intereses particulares”, afirmó la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, en una rueda de prensa en La Paz.

    Arce cumplirá cuatro años en la Presidencia boliviana con un escenario de conflictividad debido a la falta de liquidez del dólar, la escasez de combustible y el alza de los precios de los productos básicos, en medio de un bloqueo de carreteras de los seguidores de Morales por una investigación penal en su contra por trata de personas y estupro.

    “¿Cuáles son los montos que ahora tenemos como perjuicio? (..) Evidentemente tiene sus consecuencias y no las va a reponer Evo Morales”, enfatizó la viceministra.

    “Estos factores internos y externos nos están asfixiando y, obviamente, tienen nombre y apellido”, sentenció Alcón.

    Arce dará el próximo 8 de noviembre un informe en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) de su último año de gobierno, confirmó esta jornada el Ejecutivo.

    Al margen de los problemas económicos que vive el país andino, este año la división interna del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) se agudizó con denuncias contra Morales por delitos como violación y estupro, y contra Arce por abuso de poder, entre otros.

    El ex presidente pidió el viernes a sus sectores una pausa en los bloqueos de carreteras y se declaró en huelga de hambre para “evitar un derramamiento de sangre” y para forzar un diálogo con el Gobierno, aunque varios de los movimientos sociales afines a él mantuvieron la medida de presión.

    Una vendedora ofrece helados a la policía militar después de que retiraron los controles de carretera instalados por partidarios del ex presidente Evo Morales  (Foto AP/Juan Karita)Una vendedora ofrece helados a la policía militar después de que retiraron los controles de carretera instalados por partidarios del ex presidente Evo Morales (Foto AP/Juan Karita)

    Mientras tanto, la policía boliviana comenzó el lunes a despejar una importante ruta que conecta el país. El gobierno confirmó que uno de los tres regimientos militares “tomados” en el centro del país por simpatizantes del exmandatario permanece bajo su control.

    Vamos a desbloquear pacíficamente las rutas que han sido tomadas por grupos delincuenciales”, dijo el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo el lunes, mientras la policía comenzó a retirar los bloqueos en la ruta que une La Paz, en el occidente del país, con Santa Cruz, en el oriente, para restablecer el tránsito de alimentos y combustible

    “Hay un cuartel que sigue tomado. En los otros estamos realizando un inventario de las armas al interior de los cuarteles”, añadió del Castillo.

    Mientras, con apoyo de tractores, cientos de policías avanzaban limpiando de escombros la ruta, mientras los bloqueadores se iban replegando pacíficamente ante el avance del numeroso contingente policial.

    Tras ellos, decenas de camiones y vehículos varados por varios días esperaban reanudar su viaje, según imágenes en directo de varios canales de televisión.

    Al cumplirse su tercer día de huelga, Morales insistió con su convocatoria al diálogo para evitar violencia. “¡Es urgente buscar la paz con justicia social!”, publicó en sus redes.

    Los seguidores del ex presidente exigen con los bloqueos que se retiren los procesos judiciales contra el también líder del MAS, que se resuelvan los problemas económicos y también en defensa de su candidatura presidencial para los comicios de 2025.

    Morales se encuentra atrincherado en el Trópico de Cochabamba, en la provincia del Chapare, desde hace 22 días ante la posibilidad de que emitan una orden de captura en su contra por los procesos de trata de personas y estupro.

    Arce y Morales están distanciados desde 2021 por diferencias en la administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la directiva nacional del MAS y elegir al candidato oficialista para las elecciones del próximo año.

    (Con información de EFE)

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