More

    Macri frente al espejo de Duhalde

     El expresidente Mauricio Macri quiere imponer a María Eugenia Vidal como candidata a senadora porteña en 2025 en una alianza con los libertarios que en los planes del ex presidente debería materializarse con el vocero Manuel Adorni como primer candidato a diputado nacional.

    Este plan del ex presidente no fue consensuado con los principales dirigentes del PRO y tiene un sacrificio: entregar el primer lugar de la boleta bonaerense para que la encabece el libertario José Luis Espert. En ese caso, Diego Santilli bajaría al tercer puesto por el cupo femenino. Esta idea de Macri no fue conversada con Santilli ni con su aliado, el jefe de bloque Cristian Ritondo y hombre fuerte del PRO en la provincia.

    «Diego tiene un proyecto por la gobernación y no le sirve ir tercero ni le interesa especialmente ser diputado, él quiere ser cabeza de lista para liderar la campaña en la provincia», explicaron a LPO cerca de Santilli. El ex vicejefe de Gobierno porteño ya cerró un acuerdo con Ritondo para el año que viene: el será el candidato y su colega el armador.

    Santilli viene protagonizando una profesión de fe libertaria que por momentos escandaliza a sus compañeros de partido, pero el diputado lo explica con sangre fría: «Yo decidí pescar en las dos peceras y para eso tenía que sobreactuar un poco. Hoy tengo 80% de imagen positiva en el votante del PRO y 60% en el libertario».

    Tres importantes dirigentes del PRO confirmaron a LPO que los planes inconsultos de Macri están generando fuertes tensiones internas, al igual que su manera de manejar la relación con Milei. «Macri le pide dos a Javier, le dan dos y pide cuatro, le dan cuatro y pide siete y no se hace cargo de lo que le dan, siempre su cuenta está en cero», explicó uno de ellos.

    Es el bronce o el oro, las dos cosas no. Macri tiene que elegir.

     

    «Macri se encaprichó con la búsqueda de beneficios, ascensos y cargos para su propio entorno como Dietrich o Iguacel, pero no consigue concretarlo», agrega otro de los dirigentes del PRO consultado. Esto molesta a aquellos que probaron su lealtad tanto durante su mandato como cuando volvió al llano y ahora ven que a la hora de buscar posiciones de poder apuesta por sus amigos y entorpece otras negociaciones políticas con el gobierno.

    Un ex funcionario del gobierno de Cambiemos manifestó su preocupación porque el líder del PRO «está susceptible». «Todo el tiempo piensa que lo están cagando», agregó.

    María Eugenia Vidal es la candidata de Macri para senadora por Capital.

     

    En el gobierno de Milei lo ven más simple: «Es el bronce o el oro, las dos cosas no, Macri tiene que elegir». Es decir, les molesta que reclame un reconocimiento político -que Milei hace cada vez que habla de él-, pero también cargos y negocios.

    «Macri está preocupado porque sabe que si tira demasiado de la cuerda Milei puede decidir enfrentarlo y ahí aparece el riesgo de ser el Duhalde de Kirchner», agrega un dirigente que habla seguido con el ex presidente. La comparación alude a aquella famosa ruptura de Duhalde luego que empujara a Kirchner a la presidencia, cuando puso a su mujer a competir con Cristina en la elección de diputados y perdió la provincia para siempre.

    La cuenta interna que hacen en la cúpula del PRO para las elecciones del año próximo es dramática: de las 20 bancas de diputados que pone en juego, con suerte podría renovar poco menos de la mitad.

    El cuadro de situación podría empeorar porque Milei tomó el consejo de Macri sobre el ejercicio de conducción sobre los bloques parlamentarios aliados -incluido el PRO- pero sentó a la mesa nada menos que a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, objeto de los persistentes rencores del ex presidente.

     

    En el gobierno creen que Macri estuvo detrás del escándalo mediático por las mentiras de la ministra sobre el ataque con gas lacrimógeno de la Policía Federal a una nena, que tuvo su pico en la pelea al aire de Bullrich con el periodista Eduardo Feinmann.

    Macri quiere impedir que Patricia sea jefa de Gabinete, si pasa eso lo barren del gobierno.

    «Macri quiere impedir que Patricia sea jefa de Gabinete, si pasa eso lo barren del gobierno», afirmó a LPO un dirigente importante del PRO. Es que el ex presidente tiene muchas más posiciones que las que trascienden. Por ejemplo, en una de las últimas discusiones sobre estos temas, el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, le dijo a su interlocutor: «Ahí tienen Aysa que se la dimos completa Macri, porque no meten gente en el directorio».

    Este diputado fue a ver a Macri entusiasmado y terminó frustrado: «La gente de Aysa son profesionales que están trabajando muy bien, no mezclemos», le contestó el ex presidente. La decodificación fue: las posiciones que se consiguen son para sus amigos.

    Macri frente al espejo de Duhalde

    En ese contexto, dos diputados macristas ya declinaron ofrecimientos de la Casa Rosada para dar el salto al Poder Ejecutivo. Uno fue el propio Ritondo que pidió que haya un acuerdo formal entre Milei y Macri. El diputado es mencionado como ministro de Seguridad si Milei asciende a Bullrich a la jefatura de Gabinete. La ministra resiste esa posibilidad, pero no logra dar con un sucesor idóneo, su segunda se calcinó en el escándalo del video.

    En la primera línea del PRO creen que entre diciembre y los primeros meses del año que viene Milei y Macri alcanzarán un acuerdo político y electoral, que implicará la definición de listas conjuntas en Capital y provincia. Esta posibilidad inquieta a los dirigentes del PRO, pero también a libertarios que apuestan a monopolizar las boletas, como los que amontona Karina Milei o la propia Bullrich, que tuvo un primer paso fallido en el Conurbano.

    La extrapolación de esta posibilidad al interior del país no es sencilla, pero en el PRO ya tienen un primer diagnóstico: «En las provincias que gobernamos nosotros vamos a cerrar las listas con los libertarios y los radicales quedarán marginados y en las que gobiernan los radicales van a hacer lo mismo con nosotros».

    Parece confuso porque la línea que traza el gobierno es zigzagueante, por momentos parece sin rumbo -choca y se acerca a Macri, respalda y amenaza lo que intentan construir Bullrich o Karina-, pero acaso es coherente con la teoría del caos permanente que empuja Santiago Caputo, como método de preservación de la centralidad de un presidente que asumió con la mayor debilidad de estructura política desde la recuperación democrática.

    spot_img

    Latest articles

    spot_img

    Related articles