Entre los dueños de los medios de comunicación hay sorpresa y malestar porque Santiago Caputo puso a la consultora de prensa Alejandra Rafuls a manejar desde la informalidad la pauta de Banco Nación, YPF y otras cuentas del gobierno como la reactivada pauta oficial de AFIP.
Rafuls no maneja directamente la pauta del gobierno libertario sino que lo hace a través de la firma Tonal de los hermanos Tomás y Jorge Noguer. El sistema es perfecto y repite el mecanismo que el secretario de Prensa, Eduardo Serenellini, realiza a través de la consultora AB de Carlos Azzariti, gerente de Marketing de Página 12.
Las consultoras ofrecen a los medios el acceso a la pauta oficial por una comisión que va del 12% al 17,5%. De manera que el gobierno sortea así la necesidad de convocar a una licitación para elegir quien distribuye su pauta y puede elegir a dedo a las consultoras. Esto es posible porque se trabaja bajo la fachada que estas firmas supuestamente «representan» a los medios, no al Poder Ejecutivo. Es una ficción, por supuesto, y la gran pregunta es como se distribuyen esas comisiones que por los montos en juego son de miles de millones.
«Raful maneja todo, es muy cercana a Santiago Caputo y al vicepresidente del Banco Nación, Darío Wasserman, hombre de confianza de Karina Milei», explicó a LPO un empresario de medios molesto porque le imponen a esa consultora.
El hombre de Santiago Caputo que instrumenta este sistema es Roberto di Lorenzo, polémico ex jefe de Gabinete del massista secretario de Comercio, Matías Tombolini, que quedó envuelto en distintos escándalos al punto que en el debate presidencial Patricia Bullrich lo bautizó «Tongollini». Di Lorenzo hoy es la mano derecha de Santiago Caputo en el manejo de la pauta oficial.
La contradicción es grande porque el gobierno anunció que no iba a liquidar la agencia de noticias Télam, como prometió Milei ante la Asamblea Legislativa, porque la iba a reconvertir en una agencia de publicidad que curse la publicidad estatal, para ahorrar la fortuna que se llevan intermediarios como Rafuls y Azzariti. Pero incumplió esa promesa igual que incumplió la promesa de suspender la pauta en el primer año de gestión.
Rafuls es una experimentada operadora de prensa que tuvo su momento de fama cuando en los 90 defendía a capa y espada a Víctor Alderete, involucrado en diversos escándalos de corrupción. La propia Rafuls quedó metida en un caso de corrupción por un libro que mandó a escribir el entonces presidente del PAMI.
LPO reveló semanas atrás que Rafuls y su marido Jorge Gandara, ambos muy cercanos al histórico operador radical Enrique «Coti» Nosiglia, están asesorando a Caputo en la toma de control de los servicios de inteligencia. Un nombre que se cruza en esa historia es el de José Luis Vila, un histórico hombre del Coti que fue designado secretario de Estrategia Nacional y trabajó en la creación de las nuevas agencias de la SIDE.
Rafuls es muy cercana al juez Ariel Lijo y maneja desde siempre la comunicación del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, que pese a estar denunciado por violación, se mantiene en su cargo.
El rol de Vila en la Secretaría de Inteligencia (aunque no la integre formalmente) y el de Rafuls en el manejo de la pauta están vinculados porque como contó este medio los fondos reservados de la SIDE son descriptos en la política como el mecanismo elegido por Santiago Caputo para el vínculo con medios, periodistas, influencers libertarios y las milicias digitales, que el gobierno utiliza para hostigar a opositores y periodistas independientes..
El peso de esta asesora de prensa en el gobierno quedó muy evidencia en estos días, después de facilitar un encuentro entre Caputo y el sindicalista peronista Víctor Santa María, dueño de varios medios de comunicación y histórico amigo de la consultora. En diálogo con LPO, Santa María negó el encuentro.
El líder del Suterh viene atravesando un conflicto salarial con sus trabajadores de Página/12 y del canal de noticias IP. Por este conflicto, el canal estuvo más de un mes sin salir al aire, pero luego de ese encuentro que niega, IP volvió a salir al aire. Santa María también enfrentó críticas en el bloque de diputados peronistas porque Gisela Marzziota demoró su presencia en la sesión clave para derogar los fondos reservados de Santiago Caputo.