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    El condimento que ayuda a controlar la hipertensión y que no puede faltar en la dieta diaria

    La hipertensión arterial (HTA) es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente y afecta a una de cada tres personas adultas. Se produce por el aumento, sostenido en el tiempo, de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Es una enfermedad que generalmente no da síntomas y, si no se diagnostica y no se trata, provoca frecuentemente complicaciones graves como el infarto de corazón o el accidente cerebrovascular.

    Para poder controlarla, es fundamental hacerse chequeos médicos, tras lo cual el profesional dictaminará la actividad física que se puede realizar y además dará pautas acerca de la alimentación que se debe llevar y dentro de la misma hay un condimento que es beneficioso ya que ayuda a controlar la hipertensión: el aceite de oliva.

    El aceite de oliva extra virgen puede colaborar a tener controlada la hipertensión y la diabetes. (Foto: Adobe Stock)
    El aceite de oliva extra virgen puede colaborar a tener controlada la hipertensión y la diabetes. (Foto: Adobe Stock)

    “Existe mucha evidencia científica sobre los beneficios del aceite de oliva para la salud, especialmente el virgen extra o rico en polifenoles. Entre ellos, el aceite de oliva reduce la mortalidad cardiovascular y la incidencia de evento cardiovascular mayor, tanto en prevención primaria como secundaria”, informa Andrés Jiménez Sánchez, de la Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología y Nutrición, Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y del Instituto de Biomedicina de Sevilla (iBIS), en el informe Aceite de Oliva en Nutrición Clínica.

    Esta protección, informa, “está sustentada por una abundante evidencia mecanicista que demuestra su capacidad para mejorar múltiples biomarcadores de salud cardiovascular, como son inflamación y función endotelial, entre otros”. Por otra parte, tanto el aceite de oliva como el virgen extra y sus polifenoles “pueden reducir la incidencia de diabetes tipo 2 y diabetes gestacional, así como mejorar componentes de síndrome metabólico en diabetes tipo 1″.

    El aceite de oliva aporta otros beneficios

    Una de las claves de los beneficios del aceite de oliva está, sobre todo, en su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y poliinsaturados (ácido linoleico) y es por ello que el aceite de oliva aporta beneficios como:

    • Eleva los niveles de colesterol HDL (bueno)
    • Disminuye el colesterol LDL-c (colesterol malo)
    • Beneficia el control de la hipertensión arterial
    • Reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes

    Tipos de aceite de oliva

    Existen muchos tipos de aceite de oliva y, aunque todos son saludables, hay uno que destaca por encima de todos y es el aceite de oliva virgen extra. Además de este, la Federación Española de Nutrición, recoge las siguientes variedades:

    • Aceites de oliva vírgenes: extraídos por procedimientos mecánicos u otros procedimientos físicos que permitan obtener el jugo de la aceituna de forma natural. Estos, a su vez, pueden ser: aceite de oliva virgen extra (acidez ≤0,8%) monovarietal (de una sola variedad de aceituna), coupages (de diversas variedades de aceituna), o de Denominación de Origen Protegida (de aceitunas procedentes de un área geográfica concreta); aceite de oliva virgen (acidez ≤2%) y aceite de oliva lampante (acidez >2%) destinado a las industrias de refinado o a usos técnicos.
    • Aceite de oliva refinado: obtenido a partir de aceites de oliva vírgenes sometidos a un proceso de refinado (acidez ≤0,3%, debido al proceso de neutralización).
    • Aceite de oliva: compuesto exclusivamente por mezclas de aceites de oliva refinados y aceites de oliva vírgenes distintos del lampante (acidez ≤1%). — Aceite de orujo de oliva crudo: obtenido por tratamiento con disolvente del orujo de oliva.
    • Aceite de orujo de oliva refinado: obtenido por refino del anterior (acidez ≤0,3%).
    • Aceite de orujo de oliva: obtenido por mezclas de aceite de orujo de oliva refinado y de aceites de oliva vírgenes distintos del lampante (acidez ≤1%). Las variedades de aceituna más comunes en la elaboración de estos aceites son: Picual, Hojiblanca y Arbequina. Las dos primeras, y sus mezclas, de sabor más intenso, y la última, más suave. Otras variedades son: Verdial, Cornicabra, Empeltre, Blanqueta, etc.

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