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    Llaryora dispuesto a negociar el gabinete con Schiaretti para que sea candidato contra Milei

    Martín Llaryora está en un brete. El presidente Milei sigue midiendo fuerte en Córdoba y si esto se mantiene, el año próximo deberá presentar un candidato de fuste para no perder las legislativas de mitad de su mandato. Sería un golpe letal.

    Llaryora fue uno de los protagonistas de este jueves en Agroactiva, un muestra del campo que se desarrolla enSanta Fe, donde logró al menos una fugaz foto con el presidente Javier Milei, que canceló el encuentro que habían diseñado con el cordobés y su pares Maximiliano Pullaro y Rogelio Frigerio, aprovechando que copincidían con el presidente en la muestra.

    Gesto que al exgobernador Juan Schiaretti le sacó una mueca de alivio. Por el contexto en el medio de una muestra del campo, por la relación entre Nación y provincia, y porque en Córdoba, el exmandatario conserva índices de imagen positiva que oscilan el 70%, pero el libertario continúa también con muy buenos números de aprobación. Por lo tanto, para Schiaretti aún no llegó el momento de tomar distancia del líder de La Libertad Avanza.

    Con el guiño al campo, Llaryora volvió a las bases del cordobesismo con la defensa de un sector insignia del relato que supieron construir entre De la Sota y Schiaretti para confrontar con el kirchnerismo y contener la dispersión de ese electorado a la oposición.

    Mientras trata de evitar un nuevo choque con Milei, que le costó caro,  Llaryora perfila el escenario de las Legislativas 2025. Y al igual que todo el peronismo de Córdoba tiene un único plan: Schiaretti candidato a diputado. «Acá no hay plan B, eso es cierto. Para todos es el Gringo, y aunque hoy el escenario es difícil, a fin de año a lo mejor el contexto cambia», razonó a LPO una fuente de la primera línea del cordobesismo.

    Acá no hay plan B para las elecciones del año que viene. Para todos es el Gringo, y aunque hoy el escenario es difícil, a fin de año a lo mejor el contexto cambia.

    .Que coincide, con la visión de un dirigente del PJ de la capital cordobesa, que gobierna el peronista Daniel Passerini. «Si Martín o Daniel (Passerini) tuvieran que hacer cambios en los gabinetes, la opción de negociarlos con Schiaretti está. Por lo que no habrá modificaciones de nombres hasta el final de la segunda parte del año», dijo a LPO.

    Pullaro, Frigerio y Llaryora en la inauguración de Agroactiva este viernes.

    Así lejos de la jubilación que le auguraban, por contexto, encuestas y proyección nacional, Schiaretti está en condiciones de exigir lugares a sus supuestos herederos. Aparte, porque sabe que hoy necesitan más de él, que a la inversa. De todas maneras, y al margen de algunas declaraciones, cierto es que de acuerdo con lo que cuentan aquellos que tienen línea directa con el exgobernador, se lo ve más calmo porque bajaron los decibeles de las críticas a Milei.

    «Sabe que de cada crítica que le hacen acá a Milei el único que saca un rédito es Luis Juez», sentenció un peronista de la vieja guardia del cordobesismo, que lidera Schiaretti. Aunque, sí es cierto que Schiaretti también observa con incomodidad y preocupación las inconsistencias en la gestión libertaria. Por ejemplo, con el eyectado Pablo de la Torre de Capital Humano tres funcionarios de primera línea del cordobesismo se habían reunido hace casi dos meses.

    Un dirigente al tanto de lo conversado, reveló a LPO que cuando salieron del ministerio de Sandra Pettovello con las manos vacías, se sorprendieron más por la falta de gestión que por el «no hay plata» que repetían como un mantra en los despachos.

    Schiaretti sabe que de cada crítica que le hacen acá a Milei el único que saca un rédito es Luis Juez.

    Por su parte, Llaryora ratifica en público y en privado que el escenario de las intermedias pueden ser una buena plataforma para la proyección nacional de Schiaretti, confirmando que una de las secuelas del prematura choque con Milei, fue aparcar su propia proyección nacional. Y acá aparecen los enroques.

    De los cinco peronistas cordobeses que tiene el bloque que lidera Miguel Pichetto, tres deben renovar el año próximo: el llaryorista Ignacio García Aresca, el schiarettista Carlos Gutiérrez y la líbera, Natalia de la Sota. Si el PJ cordobés cierra filas detrás de un único objetivo como podría ser una nueva candidatura presidencial de Schiaretti, García Aresca podría recalar en el gabinete provincial para armar la reelección de Llaryora y Gutiérrez volver al Ejecutivo cordobés como un hombre del exgobernador.

    Lo de Natalia de la Sota no es tan lineal. Pero cierto es que hubo gestos y un reclamo solidario por transporte que celebró el propio Passerini. «Se puede anotar en la sucesión en la Capital», dijo de manera hermética una fuente del PJ a sabiendas de que Passerini no tiene reelección.

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